13 de octubre de 2021

El futuro del servicio de última milla: post COVID-19

Aprender a adaptarse


El contexto de pandemia global por el COVID-19 ha forzado a cambiar muchos comportamientos y tendencias de la sociedad. Nos ha hecho replantear nuestras prioridades y valores, modificar nuestra forma de comprar y qué comprar.


En el caso del transporte, las restricciones en la movilidad y las medidas y restricciones de confinamiento social han hecho que se reformulen los procesos de compra, distribución y entrega. Además, las agencias de transporte han tenido que adaptarse a las nuevas tendencias de consumo de los clientes y a sus demandas y expectativas con la compra realizada.

¿Qué ha pasado con la pandemia del COVID-19?


En términos generales, se puede decir que, durante los primeros meses de la pandemia, las ventas realizadas a través de canales online y plataformas de e-commerce aumentaron exponencialmente. Esto se debe fundamentalmente al cierre obligatorio de las tiendas y los espacios comerciales de venta al detalle. Todas estas superficies comerciales se vieron forzadas a replantear sus canales de venta y potenciar el online o la venta telefónica para seguir con su negocio y continuar ofreciendo sus servicios a los clientes.        


En el caso de los electrodomésticos, nos encontramos con un bien de consumo esencial para la vida de las personas. La demanda no se vio afectada durante la crisis sanitaria, aunque sí que se dificultó el acceso a las superficies para comprarlos por varias razones. La clave está pues en cómo las agencias de transporte garantizábamos la llegada de los electrodomésticos a nuestros clientes durante el periodo de confinamiento.

Las plataformas e-commerce aumentaron exponencialmente con la pandemia.

La movilidad se vio reducida a niveles inconcebibles antes del inicio de la pandemia, siendo este un punto clave en el desarrollo del transporte de última milla en tiempos de COVID-19. Las agencias de transporte pudimos asumir grandes volúmenes de pedidos para poner en reparto porque no había tráfico urbano ni interurbano. Esto mejoraba los tiempos de transporte y entrega y facilitaba también unas paradas para carga y descarga y recepción final por parte del cliente más eficientes y rápidas. La reducción del tráfico y la congestión urbana y la eficiencia en los procesos de carga, descarga e instalación repercutían muy positivamente en una buena experiencia de compra del electrodoméstico para el consumidor.  

Las agencias de transporte pudimos asumir grandes volúmenes de pedidos para poner en reparto porque no había tráfico urbano ni interurbano.

La situación actual

 

Actualmente, con la vuelta progresiva a la normalidad, las ciudades vuelven a llenarse de coches y el tráfico interurbano aumenta. Esto plantea varias problemáticas que cuestionan la sostenibilidad de la vuelta a la normalidad en términos tanto de eficiencia como medioambientales.


El foco está ahora puesto en algunas soluciones que pueden ayudar a las agencias de transporte y a los operadores logísticos a establecer unas prácticas que mejoren el transporte de última milla en un contexto de post-pandemia.

Soluciones y políticas: BCG ante estas medidas


Las grandes ciudades como Barcelona o Madrid ya están implementando políticas de limitación de la entrada de turismos en zonas céntricas por cuestiones de reducción de las emisiones de CO2 y otros gases contaminantes. También se está limitando el tráfico dentro de las ciudades para facilitar a los vehículos de transporte de mercancías poder ir más rápido en sus entregas y ser más eficientes con sus recursos. La idea de raíz es la de reducir los turismos particulares para poder dejar espacio de circulación a los vehículos comerciales y de transporte de mercancías. 


En esta misma línea, expertos también plantean la implementación de plataformas de gestión de las plazas dedicadas a carga y descarga con el objetivo de mejorar la movilidad en las ciudades. Sus estudios apuntan a que, en algunas franjas horarias, la demanda de las plazas de carga y descarga puede ser superior a la oferta disponible. La sobredemanda de estas plazas de carga y descarga significa que los vehículos de transporte y de reparto de mercancías deben buscar alternativas para parar como puede ser estacionar en doble fila o seguir dando vueltas hasta que se libera una plaza de estacionamiento.

Debemos limitar la entrada de turismos y limitar el tráfico de las ciudades.

En nuestro caso, la alternativa de aparcar más lejos y llegar andando al destino no es factible, pues los electrodomésticos suelen ser pesados y difíciles de manejar. Además, el hecho que nuestro servicio de entrega del pedido implica también la instalación de este significa que nuestros trabajadores deben estacionar el vehículo en los lugares apropiados para poder desarrollar su trabajo con garantías y con seguridad. Una falta de lugares de estacionamiento especializados para carga y descarga significa más tiempo que el cliente tiene que esperar para recibir su paquete y, a la larga, implica menos entregas e instalaciones diarias para nuestros equipos de transporte.


Las plataformas de gestión de las plazas de estacionamiento de carga y descarga permitirían poder reservar con antelación el aparcamiento. Esto incentiva la planificación del servicio de logística al mismo tiempo que podría disuadir a algunas empresas de transportes de repartir únicamente en horas punta.


Otras estrategias como la construcción y potenciación de una red de puntos de entrega y recogida o la construcción de almacenes urbanos no serían aplicables en el caso del transporte de última milla de electrodomésticos. Pues, para las agencias de transportes de milla blanca, las dimensiones de los almacenes requeridas no son posibles dentro de las grandes ciudades. Tampoco es factible la opción de los puntos de entrega y recogida del paquete ya que se pierde el sentido de lo que nosotros entendemos como transporte de última milla que comprende la entrega e instalación del producto.

El transporte de última milla comprende desde la entrega e instalación.

Cambio de mentalidad


La crisis sanitaria provocada por el COVID-19 ha puesto de relevancia la existencia de otras formas de entender el transporte de electrodomésticos y la logística en general. Hemos estado trabajando en unas condiciones inconcebibles hace solamente unos meses y esto ha supuesto una mejora en las entregas y los servicios de logística.


Es responsabilidad de todos los agentes que intervienen en los procesos de transporte, logística e instalación de electrodomésticos y demás mercancías poder asegurarnos un futuro más fácil y eficiente.


En resumen: qué hacer


En conclusión, las agencias de transporte de electrodomésticos debemos plantear una logística de última milla que sea efectiva, óptima, sostenible y enfocada al cliente.


Como hemos visto, cuando nos referimos a la última milla logística de línea blanca, estamos hablando de los últimos kilómetros que un electrodoméstico recorre antes de llegar a la casa del consumidor final. Para nosotros, en BCG, este servicio de última milla también incluye la instalación y puesta en marcha del electrodoméstico en el momento de la entrega.

Tu producto llega a las manos del cliente a través de nuestro equipo de especialistas que lo instalan y lo ponen en marcha.

Las claves para entender qué es la logística de última milla se centran entorno a conceptos como el tiempo y los costes de transporte e instalación. También giran alrededor del rol de distintos agentes que intervienen en el proceso, como son los trabajadores de las agencias de transporte o el consumidor final. Otros temas como el tráfico urbano e interurbano, las plazas de estacionamiento de carga y descarga o cuestiones medioambientales también son claves para entender la importancia de la logística de última milla hoy en día.


Es por todo esto que, desde BCG, creemos en un buen entendimiento de la última milla logística como servicio de transporte en la Península y las Baleares. Queremos seguir siendo expertos en la última milla logística de nuestro futuro.

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